viernes, 31 de julio de 2009

El spa Peuma Hue

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Si quiere realizar un viaje relajante, recomendamos visitar el Spa Peuma. En este sitio todo conspira a favor de encontrar la paz del alma. La zona tiene una magia y una energía, que en los paseos por el bosque podrá descubrir la pureza del agua, la sabiduría del silencio, la belleza indescriptible de la vegetación y de los animales.


Cuando llegue, se sentirá como en casa. No es un Spa «formal», pues se caracteriza por ser el mejor lugar para estar en paz, bien con uno mismo, agradecido y maravillado por la vida. Es un lugar dónde se puede combinar un paisaje de montaña y todas las actividades que la Patagonia ofrece.


Está ubicado sobre la cabecera Sur del Lago Gutiérrez a 25 kilómetros de Bariloche. Su ubicación privilegiada permite hacer dentro de la propiedad todo tipo de actividades de montaña y agua al aire libre. Cuentan con 200 hectáreas de valle, montaña, bosque, cascadas y ríos, con 2 kilómetros de costa de lago, al pie de un cerro magnífico de laderas y cañadones escarpados. Varios senderos permiten andar a caballo, hacer trekking y escalada o remar en el lago.


El spa Peuma Hue en la Patagonia


En este lugar, además de la majestuosidad paisajística, encontrará un servicio de excelencia y el ambiente de lujo de un hotel cinco estrellas. La intimidad de cabanas o casas de familia; el contacto con la naturaleza, los animales, la belleza deslumbrante del Parque Nacional y un toque personal, son otros atributos que harán que viva experiencias inolvidables.


Tiene instalado un sistema de sogas en la montaña con caminata en altura en un tronco a 8 metros de altura entre 2 árboles, una tirolesa de 70 metros cruzando un cañadón con una cascada y un rappel de 30 metros que baja una pared vertical de un cañadón. También ofrece clases de tango, conciertos en el templo, masajes, yoga, tai chi, paseos naturalistas, birdwatching, pesca, entre otras actividades.


Peuma Hue es una estancia en el sur que reúne en un sólo lugar un poco de toda la Patagonia: lago, montaña, bosque, cascadas, valle, río. Una belleza imponente combinada con alojamiento de lujo, servicio personalizado y propuestas de todo tipo de actividades y experiencias al aire libre.


Empiece a planear un viaje maravilloso, en donde podrá compartir con la familia o amigos, beneficiándose de la energía del lugar y renovando su equilibrio físico, mental y espiritual a través de la magia de la Patagonia en Peuma Hue.

Paseos por la ciudad de Buenos Aires

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En la ciudad de Buenos Aires, diversas compañías ofrecen una manera diferente de conocer la ciudad. Le recomendamos realizar los tours en bicicleta. La idea es aprender sobre el lugar, sus habitantes, los diversos lugares como monumentos, plazas, edificios importantes e interesantes, de una manera que no lo haría.


Los itinerarios tienen una duración de 2 a 4 horas y no demandan mucho esfuerzo físico para quien los realice. Los instructores hablan ingles y español generalmente y disponen de todos los elementos necesarios como ser: cascos, candados y bebidas para los circuitos, como así también de seguros y atención médica si fuera necesario.


Es posible además, alquilar bicicletas sin guía y para eso cuentan con mapas detallados, con varios recorridos sugeridos con los cuales se puede disfrutar la ciudad sin perderse de nada. Más información en www.bue.gov.ar

El bosque de las misiones

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Al ingresar al Parque Nacional Iguazú, lo más recomendable es visitar primero el Centro de Interpretación Yvyrá Reta ("país de los árboles", en guaraní), ya que propone una necesaria aproximación científica sobre la exuberancia con que nos aguarda la naturaleza.


Un primer sector enumera las especies en peligro de extinción (como el macuco y el preciado yaguareté, el felino más grande del continente americano), explica la evolución de la selva y de las Cataratas, y recrea ambientes con la fauna y la flora del lugar Se destacan los grandes paneles dedicados a las hormigas y las mariposas.


Navegando por el bosque de las misiones


Imposible imaginarlo, pero ¡la selva misionera alberga 450 especies de aves, 80 mamíferos, 250 tipos de mariposas, 2 mil especies de plantas y 350 clases de orquídeas! Calificadas como "Maravilla Natural del Mundo", las Cataratas del Iguazú encuentran su origen hace 200 mil años en el actual "Hito de las Tres Fronteras", el punto de unión entre la Argentina, Brasil y Paraguay. Allí, además, confluyen el río Iguazú -que nace en la Serra do Mar y recorre nada menos que 1.320 kilómetros- y el Paraná.



A una falla geológica debemos agradecerle que la desembocadura del río Iguazú se convirtiera en una cascada de 80 metros de alto y, más adelante, en dos arcos de 2.700 metros de extensión.

miércoles, 29 de julio de 2009

Los bosques de palermo

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El Parque 3 de Febrero, ubicado en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio Palermo, fue inaugurado el 11 de noviembre de 1875 por Nicolás Avellaneda. Más conocido como Los Bosques de Palermo, este parque fue creado por el Presidente Sarmiento con la idea de hacer un espacio que contenga toda la flora y la fauna de Argentina.


El Parque 3 de Febrero es uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad de Buenos Aires y uno de los lugares preferidos por los porteños, quienes lo visitan tanto para pasear, hacer picnics o realizar algún deporte. Para los turistas es un paseo ideal, pues tienen la oportunidad de conocer gran parte de la flora de Argentina y al mismo tiempo realizar una típica actividad porteña.


La historia del parque se remonta a 1874, cuando el Presidente Sarmiento tuvo la iniciativa de crearlo. Un año después se llevó a cabo el acto de inauguración. La ceremonia fue realizada por el Presidente Nicolás Avellaneda, quien plantó una magnolia americana. Aunque es mucho más conocido como Los Bosques de Paíermo, el nombre oficial es 3 de Febrero, elegido en conmemoración a la derrota de Juan Manuel de Rosas en la Batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852.


Historia de los Bosques de Palermo en la ciudad de Buenos Aires


En sus inicios, el diseño del parque estuvo a cargo de los arquitectos alemanes Oldendof, Mauduit y Wysocky. De las obras también participó Jules Dormal, quien además fue uno de los arquitectos del Teatro Colón y del Congreso. El arquitecto Carlos Thays se encargó de realizar las reformas y las ampliaciones a partir de 1890. Carlos Thays fue muy reconocido en su área y el principal paisajista que trabajó en Argentina a finales del siglo XIX y comienzos del XX.


Sus lagos artificiales y numerosas obras de arte realizadas en bronce, piedra o mármol, distribuidas en las 80 hectáreas del parque, lo hacen aún más especial y lo convierten en el lugar ideal para pasar una bella tarde de verano. Se calcula que Los Bosques de Palermo cuentan con más de 12.000 árboles, entre tipas, talas y ombúes.


El Rosedal es uno de los sitios más visitados y para algunos, el lugar más bello del parque. Se encuentra en el centro mismo, en la plaza Holanda y fue inaugurado en 1914 por el paisajista Carlos Thays. Originalmente contaba con 14.700 rosales, y en la actualidad 12.000 ejemplares de rosas componen el espectacular Rosedal. Además de las rosas, cuenta con otros atractivos, como: La Glorieta, con rosales trepadores y enredaderas, el Patio Andaluz, que construido en 1929 y regalado por el gobierno de Sevilla, recrea un patio típico de dicha ciudad española. Un puente diseñado por el arquitecto Benito Carrasco, atraviesa el lago del Rosedal. Otro atractivo, ubicado en el centro mismo, es el Jardín de los Poetas, con bustos de grandes escritores como William Shakespeare, Alfonsina Storni, Dante Alighieri, Federico García Lorca, Antonio Machado y Jorge Luis Borges.


Los Bosques son visitados por los porteños a diario, pero los fines de semana el parque se llena de vida, con cientos de personas recorriéndolo. En los lagos artificiales, se pueden realizar paseos en bote o en bicicleta de agua. Además, hace algunos años, los sábados, domingos y feriados, entre las 8 y las 20, un sector del barrio Palermo se convierte en peatonal. Así miles de personas pasean caminando, en bicicleta o en patines. El parque además es un lugar de entretenimiento en general, ya que se suelen realizar festejos, conciertos, maratones, entre otras actividades. Para los turistas, un paseo hermoso es el realizado en los carruajes llamados "mateos", desde la puerta del Zoológico hasta los bosques.


Desde el parque, el turista además puede aprovechar para recorrer el barrio Palermo, uno de los más grandes de Buenos Aires. Su historia comienza en 1590 cuando Juan Domingo Palermo compró varios terrenos de la zona, donde cultivó frutales y vides. En 1832 Juan Manuel Rosas adquirió los terrenos para construir su casa, en las Avenidas Libertador y Sarmiento. Luego, la propiedad cayó en manos del General Urquiza, quien la convirtió en una Escuela de Artes, el Colegio Militar y la Escuela Naval. En ese entonces, Palermo quedaba aún en las afueras de la ciudad y muchas familias adineradas empezaron a mudarse allí. De esa forma, el barrio creció hasta llegar a ser lo que es hoy. El Zoológico, el Jardín Botánico, la Sociedad Rural Argentina, el Planetario Galileo Galilei, el Jardín Japonés, la Plaza Italia, la Avenida Santa Fe, bares, cafés, restaurantes, tiendas de ropas y de diseño, constituyen tan sólo algunos de los atractivos del barrio, que en definitiva es un lugar que debe visitar.

jueves, 16 de julio de 2009

Tilcara

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En viaje desde buenos aires hacia el noroeste de Argentina, la ruta va pasando por la fértil y eterna pampa, la siesta santiagueña, los paisajes lunáticos de los alrededores de Cafayate y la tupida selva salteña hasta llegar a los cerros luminosos que rodean Tilcara.



SANTOS SE ENAMORO DE TILCARA Y DECIDIÓ INSTALARSE COMO GUIA DE MONTAÑA. SU EXCURSIÓN EN LLAMAS ES UNO DE LOS TANTOS ATRACTIVOS DE LA ZONA.

Desde el llano, éstos se ven uniformes e impenetrables, una masa de roca árida no apta para la vida de los hombres. Sin embargo, por allí circulaban los pueblos originarios de la zona, comerciando su producción entre los diferentes asentamientos. Lo hacían en llamas, un animal autóctono y de andar cansino que se adapta a las rigurosidades del terreno y trepa sin problemas por sus escarpados senderos. Desplazadas luego por los caballos que vinieron en los barcos de los
españoles, las llamas comenzaron a desaparecer de la cultura norteña. En los últimos años, esta tendencia comenzó a revertirse gracias a la comercialización de su lana y su carne y a su atractivo turístico.

miércoles, 15 de julio de 2009

Las cataratas del Iguazú

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Las cataratas del Iguazú se visten de fiesta y sacan su mejor flora y fauna para la primavera un recorrido por un paraíso que late.


Mientras usted lee esta nota, las cataratas del Iguazú florecen y lo esperan. "Ahora se va a poner divertido", dice Sofía, una guaraní que vende artesanías a la vuelta de Igua­zú Forest (aunque de eso hablaremos más ade­lante). Se refiere a la primavera en ciernes que, para su comunidad, implica algo más que una nueva estación. Es el 21 de septiembre cuando estos aborígenes dueños de la selva paranaense festejan su nuevo año, celebran el "caaby poty", que significa "cuando llega la flor del monte". Es así que la naturaleza, junto a ellos, está de fiesta.


Todo renace e impregna de dulzura y color el aire. Según los pronósticos, gracias a las últimas heladas, este año habrá más flores que nunca, porque las langostas no sobrevivieron a tanto frío. Entonces las orquídeas estarán en su máximo esplendor, al igual que las "besitos", más conocidas aquí como alegrías del hogar. Todo se prepara para un nuevo comienzo, para que el que pise estas tierras deje que el agua lleve sus penas, potencie sus alegrías y vuelva a empezar.


Viajar a las cataratas del Iguazú


¿Qué se puede decir nuevo de las cataratas del Iguazú? Probablemente nada. Ya está todo dicho: que está en el corazón de la selva misionera, que fue y es tierra de guaraníes, que en el lado argen­tino se encuentran más de doscientos saltos (y que del lado brasileño hay sólo tres), que hay más de setenta especies de mamíferos y cuatrocientos tipos de aves, que se trata de un Patrimonio Na­tural de la Humanidad, y tantas otras cosas más. La belleza del lugar habla por sí sola y ha sido motivo de cantidades excesivas de palabras. Pa­radójicamente, lo que provocan al verlas es silen­cio. (Ojalá en este punto el tiempo se detuviera...) Silencio. La mente se frena y la boca, abierta. A lo sumo un "oooooohhh" puede brotar ante el asombro, pero nada más.


Sin embargo, el vacío se interrumpe siempre con algún "¡qué increíble!", "¡maravilloso!" o "¿me sacas una foto?". Pero ¿para qué arruinarlo? Silencio, sin más, porque las cataratas rugen e imponen respeto. Iguazú significa en guaraní "aguas grandes". Esta lengua tiene la virtud de la simple descripción. No hay doble discurso, lo que se dice es lo que se ve. Por ejemplo, a la pelota se la llama "vacapipopo", que significa "cuero de vaca que salta". Quizás el idioma de la selva sea el único que esté a la altura de las circunstancias.


No necesita marketing. Si bien los dos mil metros cúbicos de agua por segundo que lanzan estas cataratas hablan por sí solos, el Parque Nacional que cobija este prodigio natural merece un párrafo aparte. En los últimos cinco años, una unión transitoria de empresas misioneras invirtió lo suficiente para convertir el gran paseo en un verdadero parque de diversiones. Esta área protegida cuenta hoy con un trencito ecológico que lleva a los distintitos circuitos, incluso al más remoto: la Garganta del Diablo. Esta parada de foto obligada implica alguna bolsa para proteger la cámara, porque el agua es dueña y señora y no tiene recaudos. Uno sí se puede mojar, porque el calor arrasa (aunque para los más cuidadosos hay pilotines que se venden en la entrada).


Hay gift shops en todas las paradas, al igual que baños y restaurantes. El parque ofrece desde comida rápida hasta parrillas, donde uno no puede dejar de comer chipas a las bra­sas (con harina de mandioca y queso fundido). Incluso las pasarelas que se hunden en la selva se han ensanchado y permiten observar todos los saltos sin empujones. Vale aclarar que, como en todo punto turísti­co, es mejor evitar las temporadas muy altas (vacaciones, fines de semana largos), porque entonces el tumulto también forma parte del paisaje. Dentro de la reserva uno puede hacer desde floting -así se llama a la excur­sión río adentro para ver la fauna y flora del lugar- hasta la Gran Aventura, que invita a los valientes a sumergirse debajo del salto Bosetti, luego de un paseo por la selva y el río Iguazú. Lo que se dice adrenalina pura. Eso sí, uno puede comprar los pilotines de la entrada, pero no le ayudarán de nada, no hay manera de no quedar hecho sopa, pero como nuevo. Sin duda, un efecto del agua.


EL DESCANSO

El agua lo deja a uno planchado, no solamente por el ritmo exigido del circuito inferior que sube y baja, ni por los dos kilómetros de extensión del superior; uno llega al hotel como si hubiera esta­do todo el día nadando en una pileta de natación: con hambre y sueño.


El hotel Sheraton enclavado en el corazón del Parque Nacional Iguazú se erige como un oasis luego de tanta emoción. Es sin duda el alojamien­to más privilegiado de la zona, porque tiene la Garganta del Diablo como vista desde cualquier ángulo. Allí uno siente la selva de tal manera que en las habitaciones se aconseja cerrar las venta­nas para evitar una invasión de monos. En el restó del lugar se ofrece, además de un menú rico en ingredientes típicos y productos na­turales creado por el chef Octavio Chazarreta, un buffet imperdible. A la hora del almuerzo y de la cena, el comedor se llena de lechugas de infinitos colores y formas, pescados sabrosos, carne que le hace honor a la fama argentina y un sinfín de frutas tropicales. Regocijan el estómago del más hambriento; sólo falta mimar el cuerpo.


El hotel dispone de una nueva joyita en materia de relax: el Seda Pool & Spa, que cuenta con revolucionarios tratamientos. Nada de terapias importadas, las técnicas de bienestar que ofrece fueron creadas exclusivamente para este hotel y luego registradas al comprobar el éxito. En este ambiente tranquilo, de mosaicos de ve-necitas que forman orquídeas y distintos azules en las paredes, se puede optar por la pileta lúdica para empezar. No se trata de una pileta clima-tizada de natación, sino de una con diferentes chorros y cascadas para aflojar el cuerpo luego de la jornada. Como si fuera un jacuzzi gigante que masajea con manos de agua.

sábado, 11 de julio de 2009

La fauna en el litoral argentino

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A pesar de acercarnos a menos de un metro de distancia, un yacaré permanece inmóvil hasta la exasperación, camuflado entre el follaje y con su sarcástica sonrisa de dientes desparejos. Aparenta no inquietarse ante nuestra presencia pero no nos quita tos ojos verdes de encima porque, en realidad, está bien pendiente de nuestros movimientos.

Cuando menos lo esperamos, da un coletazo, se sumerge en la laguna Ibera y se pierde de vista. El guía enciende el motor de la lancha y seguimos navegando hacia el arroyo Miriñay.


Al cruzar el trigésimo yacaré, estamos en condiciones de distinguir al yacaré negro del ñato u overo (las dos especies de caimán que habitan en la Argentina), sabemos que llega a medir dos metros de largo y a pesar 55 kilos, y observamos cómo nada con las patas pegadas al cuerpo y se desliza en el agua con el impulso de la cola como si fuera un timón.



Como es la fauna en el litoral argentino



Los yacarés pueden resistir hasta quince minutos sumergidos y se alimentan de peces, pichones y carpinchos chicos. Ante el peligro de su extinción (se los cazaba por su carne y su piel codiciada para la confección de zapatos y carteras), en 1983, quedó prohibida su caza en forma definitiva.

Al detenernos en un canal más angosto que la lancha, vemos cómo la vegetación sirve de refugio para una familia de carpinchos o "capybara", en inglés, según señala el guía. Nos muestra entonces a una pareja de estos enormes roedores y sus cinco crías, que transmiten una calma sorprendente: ellos saben que no escaseará la comida y que se encuentran fuera de peligro.



No es para menos, ya que todo su entorno es comestible y no tienen grandes depredadores. Los carpinchos viven 20 años y llegan a pesar 60 kilos. Tienen los ojos, el hocico y las orejas a la misma altura, de manera que pueden nadar con casi todo el cuerpo sumergido.

Al virar la lancha en la dirección opuesta, nos cruzamos con los poderosos hilos de decenas de telarañas que unen los juncos entre sí formando inquietantes redes donde se agrupan las colonias de arañas.

Superada esta instancia en el paseo, nadie lamenta la ausencia de palometas o pirañas que abundan en estas aguas, y mucho menos la de las boas constrictoras curiyú, las veloces ñacaninás, las culebras verdes o las yararás.

viernes, 10 de julio de 2009

Hotel boutique en Puerto Maderos

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El proyecto se presentó para construir un hotel en la nueva Terminal de Buquebus in Buenos Aires, Argentina. Se trata de una infraestructura con 250 habitaciones en una superficie de 1200 m2. Tendrá, además, cuatro subsuelos destinados a playa de estacionamiento.



El estudio de arquitectura "BundG", encargado del diseño del futuro hotel, sostiene la idea de mantener el estilo típico de Puerto Madero, con el ladrillo a la vista, sin superar los niveles de altura existentes; es decir continuar con la estética inglesa de los antiguos galpones.

Además el estudio propone levantar una estructura similar a un faro, situado en uno de los extremos del hotel, para hacer prevalecer el entorno portuario.



Como será el nuevo hotel boutique en Puerto Maderos



El hotel contará con locales comerciales en la planta baja, detalles de categoría y una piscina externa con una excelente vista sobre el Río de la Plata en Buenos Aires. El espacio corresponde a la Corporación Puerto Madero. Allí BUQUEBUS ganó la licitación y adquirió el terreno.



La otra parte a reciclar pertenece a la Administración General de Puertos. Se busca que el edificio sea funcional con respecto a la Terminal y apunta tanto a los pasajeros en tránsito, a los extranjeros o todos aquellos que quieran alojarse en un lugar privilegiado dentro del barrio más exclusivo de la ciudad.

viernes, 3 de julio de 2009

El litoral argentino

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Con intensidad, así se nos presenta el Litoral argentino. Una región que alberga los contrastes de la tierra colorada con los verdes de la selva subtropical; más de quinientas especies de aves y mamíferos; cultivos de yerba mate, té y tabaco en suelos bendecidos.


Al llegar al lugar, uno también se aproxima al legado de los jesuítas y guaraníes; a los mitos y leyendas populares; y a las aguas siempre abundantes.


Principales atracciones del litoral argentino


Enmarcadas por los ríos Paraná y Uruguay, las provincias de Corrientes y Misiones encierran tesoros naturales y culturales únicos en la Argentina. Desde los remansos de los Esteros del Ibera a los saltos estridentes de las Cataratas del Iguazú, estos paisajes sorprenden a cada paso por su exuberancia y su despliegue de color.



Precisamente, este viaje comienza en el noreste correntino con un primer objetivo: recorrer los Esteros del Ibera y conocer la riqueza de su flora y fauna.

Ubicado a 815 kilómetros de Buenos Aires, este ecosistema fue declarado Reserva Natural en 1983 y Humedal de Importancia Internacional en 2002. Hemos arribado por fin al segundo humedal más grande de Sudamérica. Después del Pantanal brasileño es uno de los más importantes del mundo.

martes, 30 de junio de 2009

La Isla San Martin

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Escenario de La película "La Misión", la isla San Martin se encuentra en medio deL rio Iguazú inferior, rodeada por numerosos saltos. Cruzamos hasta alti gracias a un servicio gratuito de Lanchas, al que se accede Luego de bajar por una antigua escaLinata de piedra. La isla tiene fabulosos miradores dentro de un pequeño circuito de pasarelas con dificultad alta.



Si se dispone de algo de tiempo, un programa diferente y muy placentero consiste en pasar la tarde en la isla, donde está permitido bañarse en el rio. Sin desembarcar, las excursiones en gomón se aproximan a la isla San Martin y pasan por debajo de algunos saltos con picardía, mojando a los pasajeros que se refrescan y gritan divertidos.


Excursiones a la isla San Martin



En algunos casos, este paseo se combina con un recorrido en 4x4 por el Sendero Yacaratiá, que se interna 30 kilómetros en la selva.



Para quienes se jactan de un mejor estado fisico y conservan intacto el espíritu de aventura, el Sendero Macuco presenta distintos grados de dificultad a lo largo de sus 3,5 kilómetros.

El trekking culmina en el salto Arrechea y su pozón de agua cristalino. Al hacer un alto antes de regresar, terminamos por tomar conciencia de nuestra fragilidad ante la desmesura selvática: aqui hasta las hormigas imponen respeto con sus tenazas y sus cuatro centímetros de largo.

sábado, 20 de junio de 2009

La ciudad de Buenos Aires

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Buenos Aires es una ciudad y también un microcosmos, un espacio que acoge a millones de personas en cuyo árbol genealógico aparecen orígenes de todos los continentes.



Y sin embargo, todos los apellidos y los acentos se amasan en una forma de ser que no es la suma de las partes, sino un nuevo modo, una creación tan singular como llamativa.



La capital argentina es solo igual a sí misma, a su cadencia musical, sus grandes avenidas, los lugares recoletos, las librerías y cates en los que se afanan personajes novelescos que tiacen palidecer a los mitos literarios.

jueves, 11 de junio de 2009

Monumentos naturales en el litoral argentino

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Debido al peligro de extinción de esta especie, se ven solo a gran distancia y con poca frecuencia. Los ciervos de Los pantanos (Marsh Deer BLastocerus dichotomus), con su gran porte de color canela. Con el lobito de río (Nutria or True (Lontra longicaudis), el aguará guazú (Maned wolf Chrysocyon brachyurus) ("zorro grande" en guaraní) y el venado de las pampas (Deer of the Pampas Ozotoceros bezoarticus), se completan las cuatro especies declaradas "monumentos naturales" de Corrientes protegidas en la reserva.



Camino al Centro de Interpretación, en la zona del paraje Cambá Trapo, sorprende la cantidad de tacurú, unos hormigueros de más de un metro de altura. A 20 kilómetros de la localidad Carlos Pellegrini, este lugar es uno de los preferidos por ornitólogos de todo el mundo, que viajan exclusivamente para estudiar las variedades de aves exóticas.



Los principales monumentos naturales en el litoral argentino



Al arribar al Centro, los guardafaunas proponen realizar una caminata. Como su nombre lo indica, el Sendero de los Monos atraviesa una espesa selva en galería donde viven unos doce monos carayá o aulladores, que no se cansan de jugar en los árboles. Entre las palmeras Pindó se destaca aquella que tiene un llamativo hueco en el tronco, obra de un pájaro carpintero, que lo viene tallando a su antojo desde hace tiempo.



Viajeros, argentinos y extranjeros, no dudan en elegir este rincón del Litoral para realizar actividades en contacto directo con la naturaleza: trekking, safaris fotográficos, cabalgatas, canotaje y excursiones en lancha son algunas de las opciones preferidas. Y por supuesto, todas están programadas para ver animales.

El ocaso en el litoral Argentino

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Un puente provisorio -que fue construido sobre la laguna en los años 70- conduce a Colonia Carlos Pellegrini. Vale la pena cruzarlo en bicicleta con las maderas crujiendo ante nuestro andar. Nos dirigimos al "ocaso en el puente", como le llaman los lugareños a este espectáculo natural. Lo recomiendan como si se tratara de una excursión. Allí, cientos de aves pescan al vuelo a los mosquitos, las nubes se deslizan hacia el horizonte y el cielo se funde con la laguna, que toma un intenso color rosa.



En la orilla del camping municipal, una antigua balsa a vapor tiene hoy su chapa enmohecida y oxidada, irradiando nostalgia: se encuentra diez metros bajo el agua y hasta sus ventanas están sumergidas.



Como se ve ocaso en el litoral Argentino



Lejanos quedaron los días en que la balsa era el único medio para ingresar a Colonia Pellegrini. El viaje era gratis, y duraba 5 minutos -dependiendo del oleaje de la laguna, claro está Trasladaba no sólo pasajeros sino autos y camiones también.



En este caserío, las calles son de tierra y tienen nombres en guaraní; la plaza central carece de veredas y está cubierta de pasto; y pronto la iglesia, un diminuto bar con artesanías y un curioso cementerio aparecen.

Es que aquí los colores de las tumbas recuerdan las convicciones de las personas: las pintadas de colorado pertenecen a antiguos federales y las de celeste a unitarios. Pero también, las cruces tienen cintas colgadas que remiten a otras creencias: las rojas muestran devoción por el Gauchito Gil y las celestes por la Virgen de Itati.

sábado, 30 de mayo de 2009

Parque nacional de Iguazú

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Atinados y respetuosos, los guaraníes llamaron a la zona "l-Guazú", que quiere decir "agua grande". Cuando se recorre el Circuito Superior del Parque se aprecia en forma panorámica el gran despliegue natural de 275 saltos.


Mientras un sociable coatí hace equilibrio sobre una caña de tacuara que atraviesa la pasarela cerca del salto Ramírez, el caudaloso Bossetti hipnotiza con la incesante corriente que se lanza por la pendiente.

Es de hacer notar que los miradores de este salto ofrecen vistas panorámicas únicas. ¿Otros saltos famosos? Eva, Adán, Bernabé Méndez, San Martín (se trata del más importante después de la Garganta del Diablo) y Mbiguá.



El Parque nacional de Iguazú en Argentina



En cambio, las pasarelas inferiores permiten una perspectiva de la selva subtropical mucho más tangible. Unos metros más adelante nos encontramos con una gran explanada con bancos para descansar y un excelente mirador desde donde se aprecian la isla San Martín, la majestuosa Garganta del Diablo y la totalidad de los saltos.

Cuando nos dirigimos al salto Dos Hermanas -quizás el más recordado por contar con dos cascadas simétricas y un pozón de agua donde los lugareños solían bañarse-, un grupo de monos "caí" huye por las ramas.



Y aún los observadores no entrenados de aves logramos ver tucanes y jotes, que sobrevuelan un arco iris extraído de la más bella postal. En esta tierra de coatíes, uru-taúes, yacarés, víboras y pecaríes, los guarda parques nos señalan un esbelto palo rosa y el codiciado palmito.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Las islas flotantes del litoral argentino

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Al día siguiente, nos subimos a La Lancha con el propósito de recorrer La zona del río Corrientes hasta Llegar a Los embalsados prometidos. Pero primero viajamos en otra dirección para saludar al guarda parques, un requisito que debe cumplir toda embarcación antes de navegar por la laguna Ibera.



Los aguapes de flores amarillas, las amapolas y las Lentejas de agua son algunas de Las especies flotantes que cubren La superficie de este espejo, formando grandes camalotales.


Cuales son las islas flotantes del litoral argentino



Justamente, éstos son los que dan origen a los embalsados, mientras que la tierra se deposita sobre su entretejido vegetal y permite el arraigo de Las plantas. Por encontrarse a merced de los vientos y de Las corrientes, algunas de estas islas flotantes llegan a medir dos metros de espesor y hasta se puede caminar sobre ellas.



En Los puntos indicados, caminamos por los embalsados que obedecen a un extraño movimiento oscilante. Alentados por el guía, nos animamos a saltar y comprobamos la resistencia de los camalotes.

domingo, 10 de mayo de 2009

Viajar a Salta

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Clima y situación.

La provincia de Salta está situada en el noroeste de la República Argentina, a 1.600 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Se caracterizo por su clima cambiante, aunque lo más común es el tiempo árido y frío, salvo en las regiones con viñedos del sur. La ciudad de Salto está o 1.187 metros sobre el nivel del mor en el valle de Lermo, al pie del Cerro Son Bernardo.


Moneda.

Peso argentino (1 euro equivale a 4,3 pesos y 1 dólar se cambio por 3,13 pesos, equivalencias que se han mantenido prácticamente estables desde lo devaluación del peso durante la crisis económica del país en 2001). Se pueden cambiar fácilmente euros y dólares estadounidenses en bancos.


Gastronomia.

La carne de vaco es la absoluto protagonista en todo el territorio. En los parrilladas, el entretenimiento gastronómico favorito de los argentinos, pueden apreciarse sobre las brasas hasta 10 cortes diferentes: cuadril, bife, matambre, entraño, vacío, lomo, tiro de osado... además de chorizo, chinchulines (intestinos delgados), tripas gordas (intestinos gruesos), mollejas, ubres, ríñones y morcilla.

El acompañamiento ideal para la ternera es el popular chimichurri, una salsa criolla elaborada con aceite de olivo, ají picante, vinagre, ajo, sal y perejil. También se consume carne de cordero, cobro, cerdo y pollo, así como maíz, porotos y huevos, con los que preparan distintos platos: locros, tamales, humitas, quesillos, huaschalocro, guotio, empanados, frangollo, chanfaina, anchi, pollo al borro, mazamorra, guiso de mondongo con mote y chupi cococa, entre otros.



En cuanto a los postres, ¡unto al imprescindible dulce de leche, rey de lo repostería argentino en cualquiera de sus elaboraciones, y o los infusiones de yerba mate, hay uno extensa variedad de dulces preparados con frutas de lo zona, miel y leche. Entre los más populares están los dulces de cuaresmillo, de cayote, de higo, miel de caña, cuajada, leche planchada, posto real, choncaco, alfeñique, patay, tabletas de leche y miel, rosquetes, empanadillas, gaznates, arrope, añapa, chilcán y quesos diversos. También hoy que destacar la elaboración artesanal de productos vitivinícolas, de gran calidad, como los vinos torrontés de Cafayate.



Visitas de interés

Arquitectura colonial. Salto reúne un buen número de ejemplos de arquitectura colonial, como el museo Histórico del Norte, el museo de Bellas Artes, la catedral, el convento de San Bernardo y el hotel Colonial.



El tren a las nubes. De Soltó sole coda dio el llamado tren a las nubes, con dirección al viaducto de La Polvorilla. Parte de la ciudad de Salto atravieso el valle de Lermo, poro introducirse en lo Quebrado del Toro y llegar hasta la Puna. Su nombre proviene de lo altura o lo que se desarrolla el trayecto: 4.200 metros de altura y recorre 434 kilómetros entre ido y vuelto. Atravieso vertiginosas montañas ondinas entre paisajes espectaculares.


Compras.

Cada domingo. Salto pone en marcho su mercado artesanal, el más grande de la zona, con productos de lana, recuerdos y un ambiente excepcional. Pueden encontrarse hamacas, bolsas de bromante, cerámico, cestería, cuero y ponchos de lo región.

lunes, 20 de abril de 2009

Paseos a las cataratas del Iguazú

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Hemos sido testigos: la selva misionera no duerme. Agazapada como un tigre, late en la oscuridad con un aliento húmedo que inquieta. En una noche de luna llena, el mismo tren que habíamos tomado a la mañana para recorrer el Parque Nacional Iguazú pierde su andar festivo y conduce a la introspección y a un inesperado estado de alerta. Son las nueve de la noche cuando parte el segundo grupo de pasajeros hacia la estación de la Garganta del Diablo.


Junto a las vías, las luciérnagas iluminan los charcos de agua colorada que formó un ligero chaparrón vespertino. Sobre el río Iguazú superior, los 1.100 metros de la pasarela rechinan bajo los pies y vemos cómo se abren, con pasión, las "damas de la noche", unas flores blancas que se cerrarán con las primeras luces del día.


Paseos nocturnos a las cataratas del Iguazú en Argentina


A lo lejos, ruge la gran Garganta como un imán arrollador Nada resulta ahora tan sensato como los pedidos efectuados al partir en el Tren Ecológico de la Selva: permanecer en silencio, no fumar y usar con mesura el flash de las cámaras. Lo que ocurre es que el paseo nocturno se propone que nada se interponga entre la naturaleza y los sentidos para apreciar mejor los sonidos de la noche, los aromas y el paisaje iluminado por la luna y las estrellas.


Los guías insisten en emprender la vuelta cuando nadie termina de disfrutar del gigantesco abismo de agua clara. La mayoría permanece inmóvil, con la mirada fija en la cortina furiosa que nunca se detiene.

miércoles, 15 de abril de 2009

Península Valdés

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Hacía ya mucho tiempo que la idea de compartir por unos días nuestra existencia con los animales propios de esta región bullía dentro de un puñado de rancheros.



Y finalmente lo podemos contar. Las excelentes tomas que filmaron en sus viajes los amigos Rodríguez Palero y Severino Vezzaro nos dieron el impulso necesario para programar este paseo a Península Valdés y sus alrededores y cristalizar de esta manera un sueño largamente acariciado: vivir la inolvidable experiencia de observar a estos gigantescos mamíferos en su ambiente natural.


Salimos como estaba previsto a las 8 de la mañana desplegando toda nuestra euforia en el arranque desde la Av. José P. Várela, uniéndose a nosotros, en Cardona, el otro grupo que allí esperaba. Almorzamos después del puente, en un hermoso barrial (que todavía no sabemos quien eligió) y llegamos a Lujan a las 20 y 15.



En la segunda jornada llegamos a Azul, parando en el A.C.A., sobre la ruta, donde pernoctamos.


Al día siguiente iniciamos el despegue a las 7, en razón de que el tirón previsto para ese día era por demás extenso. Almorzamos en Bahía Blanca y a las 15 y 45 reiniciamos el viaje llegando a Fortín Mercedes con los últimos rayos del sol acariciando la Iglesia del Colegio Salesiano, el Museo y demás construcciones del Fortín.

Acordamos saborear una chorizada como broche de la jornada y fue así como, mientras los más expertos aprontaban el fuego y algunos señores "proHjeaban" la casita, otro grupo se fue a charlar a orillas del traicionero Río Colorado (dicen que ha cobrado varias víctimas), impresionados todos por la ausencia de mosquitos, quienes, en un alarde de hospitalidad, nos dejaron disfrutar a pleno hasta el último minuto de la cena.



Turismo natural en Península Valdés



De sobremesa, a pegadizas tonadas folklóricas, se le ensamblaron algunas estrofas relativas a cada familia (sin dar nombres, por supuesto) y entre risas y aplausos cada una supo ponerse el sayo correspondiente.



Al día siguiente repetimos el madrugón y a las 7 de la mañana retomamos la ruta 3 que nos llevaría a conocer 2 ciudades: Carmen de Patagones y Viedma. La primera está situada en la margen septentrional del Río Negro, tuvo su origen en el Fuerte fundado en 1779 por el explorador don Francisco de Viedma. De la antigua ciudadela se conserva la torre de piedra utilizada primero como atalaya y más tarde como campanario.



Contrastando con el llamado "distrito histórico" de construcciones coloniales y veredas escalonadas que bajan hasta el río, se elevan en esta ciudad modernos edificios acordes con el progreso de la época aunque se sigue respirando en ella ese aire tranquilo de las ciudades de provincia.



El río Negro es el límite provincial natural que demarca a Carmen de Patagones en la Provincia de Buenos Aires y a Viedma en la Provincia de Río Negro.


Cruzando el río Negro entramos en Viedma, ciudad capital de la Provincia de Río Negro y que ha gozado de mayor popularidad, en gran parte, porque se ha considerado posible el traslado hacia ella de la Capital del país hermano.

Fue fiindada también por don Francisco de Viedma y quedan pocos vestigios de sus orígenes pues una crecida del río Negro la destruyó completamente en el año 1899. Su reconstrucción la transformó en una moderna urbe con amplias calles y avenidas e importante desarrollo de diferentes atractivos turísticos e históricos.


Luego de recargar las pilas (almuerzo + descanso), a la hora 15 proseguimos la marcha llegando de tardecita al Balneario Las Grutas. Pero, antes hicimos un desvío para conocer un pequeño poblado: San Antonio del Oeste, siendo testigos, desde su rambla, de un hecho insólito (para nosotros) y que deberíamos haber tenido muy en cuenta al día siguiente para evitarnos un buen susto.



Observábamos la inmensidad del océano en un atardecer divino, calmo, prometedor de la excelencia de futuras jornadas, cuando avistamos un auto que bajaba a la playa estacionando a unos cuantos metros del agua. La arena, muy firme, le permitió rodar hasta allí sin ninguna dificultad (¡Poco después sabríamos porqué estaba tan firme la arena!).

A los pocos minutos vimos que las pequeñas olas morían bajo las ruedas del auto y, ante nuestro mudo estupor, pocos minutos después el agua llegaba hasta la altura de las puertas. Desesperadamente sus ocupantes corrieron en busca de ayuda y de inmediato se presentó un camión auxiliar (baqueanazo en esas lides), que con gruesas cadenas comenzó el trabajo de rescate bajo la luz de nuestros focos que enviábamos desde la rambla.

martes, 31 de marzo de 2009

Ciudad de La Plata en Argentina

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Aquellos que lleguen a la ciudad de La Plata serán recibidos con una bienvenida muy especial. El municipio puso en marcha un programa de promoción que beneficia a los turistas con importantes descuentos en hoteles, restaurantes, pubs, cines, excursiones y hasta alquiler de autos.


Mediante un trámite sencillo y sin costo alguno, los visitantes obtienen una tarjeta personal que le sirve, con sólo mostrarla, para obtener los distintos beneficios. Los visitantes pueden solicitar la tarjeta por teléfono en el Centro de Información Turística que funciona en el Centro Cultural Dardo Rocha, ubicado en pleno centro de la ciudad.


También se le entregará una guía informativa con las diversas opciones turísticas que ofrece la ciudad. Gracias a la iniciativa, los visitantes podrán disfrutar de las innumerables opciones gastronómicas y de esparcimiento, una vasta agenda de eventos artísticos y culturales, con las que cuenta La Plata.

jueves, 5 de marzo de 2009

Pueblos originarios del litoral Argentino

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La noche despliega su nnanto oscuro y excesivamente estrellado al mismo tiempo, y el silencio sólo es interrumpido por los grillos y las ranas. Es difícil explicar la sensación, pero en la oscuridad absoluta, se percibe la presencia de la fauna dormida.


El momento es propicio para remontarse al pasado, cuando los "mariscadores" mandaban en la zona. Leemos antiguos relatos: "Mi padre dibujaba ese mapa todas las noches. Dibujaba hasta la una de la madrugada, cuando se apagaba el generador de luz; entonces seguía dibujando con la lumbre del farol. Dicen que en base a ese mapa hicieron la maqueta de los Esteros del Ibera en el Centro de Interpretación."


Cuales son los pueblos originarios del litoral Argentino



El testimonio escrito le pertenece a Mingo Cabrera, hijo de un "mariscador" o cazador del Ibera, que recuerda cuando vivía internado en los embalsados con su padre para traer en la canoa carpinchos, yacarés, ciervos y lobitos de río, durante jornadas completas. Pedro Pablo Cabrera, su padre, aparece en una antigua fotografía con bombacha, botas altas, sombrero de paja y en la mano... ¡una boa cuyirú! Hablamos de una época en los Esteros estaban poblados por isleños que cazaban como medio de subsistencia.



Cuando se creó la Reserva, algunos mariscadores se volvieron guardafaunas. Se los llamaba "mariscadores" porque cuando los españoles los veían cazando, les recordaban a los pescadores de mariscos del Viejo Continente.



Sin embargo, vale aclarar que los primeros habitantes del Ibera fueron los "caracarás", "mepenes" y "capesales", de la tribu "caingang". Ellos vivían de la caza y de la pesca y tuvieron influencia guaraní. Cuenta la leyenda que la Conquista no pudo alcanzarlos y aún habitan en el corazón de los Esteros. Existe una antigua creencia indígena que reza: "Primero viaja el cuerpo; después el alma". Cuando finalmente se siente que ha arribado el alma a las "aguas brillantes" del Ibera, seguimos camino hacia la fascinante selva de Misiones.

domingo, 15 de febrero de 2009

Salta, Argentina

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Lo primero que uno piensa, al respirar el aire limpio de Salta, es que allí andan equivocados de siglo. Que viven en algún pliegue del tiempo en el que aún no se había inventado el estrés. La gente entra y sale pausadamente de comercios antañones, se para ante un puesto de helados; las aceras rebosan de colegiales risueños, de limpiabotas tranquilos.

Las casas son bajas, sencillas, y se adivinan patios umbríos al fondo. Las calles rectas, en damero; hasta el plano que uno despliega transmite un algo de orden y sosiego. Hace falta llegar a las páginas de sucesos de El Tribuno, el diario local, para enterarse de que también allí puede haber voluntades torcidas, descuideros, maridos celosos capaces de alguna locura.


El epicentro de esta calma es lo que llaman El Parque, aunque su nombre oficial es el de Plaza 9 de julio. Es el ombligo sombreado donde sucede todo, es decir, nada. Ombúes colosales y otras ochenta variedades de árboles y arbustos convierten la plaza en un jardín.

Fue en este solar donde Hernando de Lerma fundó la ciudad un 18 de abril de 1582; sin embargo, la figura rimbombante plantada en su ombligo es la de un general de la Independencia, cuyo gesto severo no amedrenta a las parejas de estudiantes que aprenden con suma aplicación los primeros y más inocentes gestos del amor.



La plaza está flanqueada por los casi únicos edificios notables del pasado: el Cabildo, o casa de gobierno, con blancas arcadas de sabor colonial (aunque es una reforma del XVIII); la catedral, tardía también, del XIX (la anterior se quemó); la iglesia de San Francisco (en otra placeta contigua), barroca, de granates y alberos andaluces, cosa que no es de extrañar, ya que la diseñó un fraile sevillano.

Más alejadas, fundidas en la malla urbana, varías casonas coloniales, como la de Arias Rengel (museo de Bellas Artes), la de Hernández (museo de la Ciudad), las de Uriburu y Leguízamón, o el espacioso convento de San Bernardo, también convertido a la causa cultural.



La placidez que baña las jornadas se altera un poco al llegar la tarde, cuando se espesan los transeúntes por el paseo peatonal que circunda la plaza, y en las calles comerciales adyacentes, que se pueblan de terrazas. Y mucho más al caer la noche.

Pero entonces la agitación (valga la exageración) se desplaza a la zona de la estación de trenes: calle Balcarce y afluentes. Cada portal es un chiringuito o restaurante (a veces de lujo), y en todos ellos se suceden actuaciones de música en vivo.

De ello se encargan las peñas locales, pero también grupos de espontáneos que acuden de todo el país (incluso del extranjero) y que tocan y cantan gratis, con tal de darse a conocer De aquí salieron paisanos famosos como Dino Saluzzi, Cuchi Leguizarán o Los Chalchaleros.

Y también iniciaron su carrera estrellas como Mercedes Sosa (que era de Tucumán, pero anduvo en la peña Valderrama), José Zarralde, Jorge Cafrune o el mismísimo Atahualpa Yupanki. El ritmo propio de la tierra es la copla, y sobre todo la zamba, que ellos pronuncian samba, y que nada tiene que ver con la brasileña; la zamba es de ritmo tranquilo (como todo lo de aquí) y sus letras susurran palabras de amor.

lunes, 2 de febrero de 2009

San Telmo

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Sus antiguas construcciones, sus calles de piedra y sus angostos pasajes rememoran los tiempos coloniales y la Buenos Aires del siglo XIX. Allí, las familias patricias de la ciudad construyeron grandes casonas que, años más tarde, albergaron a los inmigrantes que llegaban desde Europa. Considerado el segundo barrio más antiguo de la capital argentina, las leyes de preservación y el arribo de artistas como Juan Carlos Castagnino, que instalaron sus ateersen la década del 60, le imprimieron arte a San Telmo, que hoy se traduce en sinónimo de tradición y vanguardia.


La Plaza Dorrego (ubicada en Humberto 1°, Defensa, Anselmo Aleta y Bethlem) alberga la feria de objetos que revuela las calles cada domingo desde 1970. Tal es su fama, que la revista National Geographic Traveler la incluyó en el segundo lugar en el "Top 10 shopping streets", el ranking de las ferias callejeras más importantes del mundo. A su alrededor, y al igual que Portobello Road, en Londres, o El Rastro, en Madrid, los locales de la calle Defensa exhiben muebles y objetos de decoración que dejan ver la riqueza de comienzos del siglo XX.



El barrio porteño de San Telmo



A los costados, las esquinas brillan al ritmo del tango cuando bailarines y músicos callejeros despliegan la pasión del 2x4 ante el público ubicado en los tradicionales bares y cafés, que sacan sus mesas a las veredas y balcones. Por las noches, el show se traslada puertas adentro, donde nuevas y clásicas voces del género rioplatense y expertas parejas de baile seducen a los espectadores.

Artistas, artesanos y vendedores ambulantes se adueñan de las calles y exponen sus obras inspiradas en los tradicionales materiales de la región, como el cuero, y retratan en sus creaciones a los iconos de la historia y la cultura local, como Maradona, Evita y, por supuesto, Gardel.



Por su parte, los negocios de reconocidos y jóvenes diseñadores también exhiben originales colecciones de moda en una zona que continúa creciendo. Construido en 1897, y también sobre Defensa, sobresale el Mercado de San Telmo, donde pueden conseguirse frutas, verduras y carnes junto a ropa, discos de Gardel y Goyeneche y pequeños recuerdos de glorias deportivas. Antes de llegar a la avenida Independencia, el pasaje Giuffra aparece orgulloso de contar entre sus residencias con la Universidad del Cine y el antiguo Cine Cecil.

De regreso hacia avenida San Juan, la Iglesia Dinamarquesa y la Parroquia de San Pedro Telmo asoman imperdibles. El Parque Lezama, emplazado sobre una barranca natural, y la Iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad, cierran este encantador recorrido por un barrio tanguero que respira vanguardia y baila al ritmo de los recuerdos de tiempos lejanos.